lunes, 13 de junio de 2011

Yo iba de limón, pero me diste la vuelta.

Escondía una naranja,

concretamente, media.

No hizo falta presionar

ni exprimir

para que rebosara jugo.

Me sentaste entre el naranjal de plástico

para que me diera la luz

y me convenciste.

Y cambié de color

y de sabor

y de forma,

pero si no vuelves pronto

me volveré mandarina,

concretamente, media

Tú que eres sencilla pero no simple tenías ayer cara de total admiración por esos trapitos tubulares de Balenciaga que eran puro 3D del patronaje. Lo que es el arte.

Parece que todo te sorprende pero en realidad escondes una acidez selectiva inteligente. Ayer se veía que lo bueno gusta siempre, basicamente por contraposición a lo ácido. PH 7 es el equilibrio, qué bonito número para el centrismo.

A mí la acidez se me baja cuando me hago incondicional. Ahí es dónde me relajo y lo doy todo. Me tienes. Nos tienes. Te tengo en un bolsillo del corazón y me regulas las funciones vitales; no todas: sólo las importantes.

Nos ocupamos del mar, como decía Brassens, y tenemos dividida la tarea...

jueves, 9 de junio de 2011

Como una gran rueda de bicicleta. Así son los días cuando te cuesta cambiar de pantalla. Pruebo a provocar algún pinchazo pero alguien -quizá yo mismo- ha puesto líquido antipinchazos en la cámara. Ni aposta.

Quitar el freno de mano y lanzarse a saco por los terraplenes. Soltar lastre y andar sin mochilas, sin bolsitos y sin nada en los bolsillos; si acaso, unas llaves.

Mañana vamos al mar a correr por la playa.