jueves, 23 de septiembre de 2010

Echo mucho de menos a mi perra.

Cane no sabe qué pensar, tanto tiempo sin estar a solas... Pero ya voy por ella.

Le hablaré de nuestras cosas y sus orejas serán la chispa de la casa.

Remiraremos a los perros del parque, caminaremos, volveremos al pienso, en fin, vida casera.

La echaré de mi habitación y cantaremos canciones todos los días. Es mi perra.

En qué hora me la regalaste.

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