lunes, 23 de julio de 2012

¡¡Estáis todos despedidos!!




"Jetson, you're fired!" Ya decía yo que esa cara del jefe de George, el padre de los Jetsons, (los Supersónicos en español) me iba a regresar a primera plana. Había una colección de cromos cuando aún había serenos por la calle en la que el cromo de la nave de los Jetsons nunca salía. Era dificilísimo. Yo pensaba que era porque siempre al padre lo iban a despedir -este era un concepto de cienciaficción en el tardofranquismo, casi tanto como que se viajara en nave espacial para ir a trabajar- y un padre sin empleo era poco menos que el desastre.

En cierto modo tuve suerte porque mi padre se murió antes de que lo despidieran. En mi caso, como no he estado nunca fijo en plantilla, era más difícil que me despidieran: más bien me despediría yo a mi mismo antes de verme humillado por un simple cliente.

El jefe del padre de los Jetsons era un precursor del jefe moderno, versión posterior a "1984", aquella novela que se va cumpliendo por entregas. Como "Animal farm" (Rebelión en la granja) en versión humanoide. Este jefe te vigilaba contínuamente. En realidad era lo único que hacía: vigilar. Al pagar las nóminas ya justificaba toda su actividad diaria.

El origen del dinero del jefe del padre de los Supersónicos era desconocido. Como ahora el origen de las grandes fortunas. Se supone que el pasado es opaco a los ojos del empleado. Si hubiera habido más guillotina en este país igual se sabría más sobre el origen de las fortunas españolas. Pero no ha habido magnicidios. A lo más que hemos llegado es a que WWF elimine el cargo de honor que ostentaba nuestro rey. No ya que lo destituyan, sino que eliminen el cargo. Eufemismos para los mismos.

Han nacido nueve nuevas judías verdes y 35 nuevos tomates cherry. Las lechugas y las cebollas siguen su curso satisfactorio. Viva la tierra y sus cultivos autóctonos. Muera la PAC (Política Agraria Común). Que muera Europa y empecemos de cero.



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