miércoles, 10 de marzo de 2010

Escribo sumergido en Bolaño, atrapado por las mil y pico páginas de 2666. México llama. Me tomaría cualquier porquería picante, carne de cerdo o de gallo pelón, condimentada a muerte con agave o con chile de árbol. Por ambientarme.

Archimboldi será un cantamañanas -o quizá sería mejor llamarle cantamañanitas- pero, como se dice en el libro, México es un país de machos que siempre ha estado lleno de maricones. Me impresiona el machismo que destila todo lo que voy sabiendo del país. ¿Será verdad o es una visión idiotamente europea del asunto?

Afortunadamente allí nos acompañarán mexicanos y mexicanas de verdad.

1 comentario:

  1. Los aborígenes tienen un gesto más amable y más antiguo que donde estás. Son menos modernos y por eso son más nuevos. Quizás se refieran a eso con lo de machitos. Pero esa es una generalización pintoresca que trae la imagen al charro bigotón con sombrero a la espalda y revólver en el cinto. Mexico es un país enorme. Las culturas son muchas y variadas, como su cocina. No se compara Oaxaca con Jalisco, ni Quintana Roo con Chihuahua. De la calidez del trópico a la crudeza del desierto hay la misma distancia que la que separa a un maya de un huichol. Un defeño se parece a un ranchero de San Luis como puedan parecerse un señor de Córdoba a uno de Amberes. Reduciendo distancias, en el De Efe un chaval de La Condesa y otro de Xochimilco se parecen aún menos.
    Bastante, pero no mucho.

    No te fies de los retratos pintorescos, ni de las opiniones de turistas y emigrantes como la mía. Octavio Paz, Mosivais, Rulfo, Carlos Fuentes creo que te explicarán mejor que confuso y deslumbrante es este país.

    Os dejo un cuento que explicó cosas cuando llegué a México por primera vez y que ahora, poco a poco, voy entendiendo.

    http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/arreola/guarda.htm

    Buen viaje, ganas de veros.

    ResponderEliminar