Buscando imágenes de trenes de alta velocidad, me he encontrado con ésta, que es mucho más significativa. Así es la vida, señores. He estado dos días metida en trenes y autobuses y el tiempo ha pasado lento y muy rápido a la vez. En Barcelona intuí que la línea azul que se veía a lo lejos era el mar. Las curvas hacia el Tibidabo me estropearon la acogida estomacal que bien se hubiera merecido un estupendo cava, lo mejor del viaje. Castigada y sin postre volví al AVE rodeada de directorespegadosasuordenador que no recuerdan el verbo delegar, o confiar, como tú me apuntaste. La confianza está en horas bajas.
No he hecho otra cosa que ser transportada de un lado a otro, pero estoy machacada como si hubiera corrido. Así es la vida.
La primavera se impone. También entre nosotros.
la primavera trompetera ya llegó.....
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