Catapán, catapún. Llega la catarsis del vino tirado, el sol y el buen rollito, aquí o en Valonsadero. Ya era hora. Ya nos pide el cuerpo trotecillo fiestero y música, aunque sea de gaitas. La cuestión es mudar la piel invernal pesada como una losa y aligerar, aligerarlo todo. Pin, pon, pan sanjuanero. Toda una filosofía. ¡Ay si los de Standard & Poor,s se dieran una vuelta por los chiringuitos..!
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