domingo, 12 de diciembre de 2010

La posición del dedo corazón en esta radiografía no debe entenderse como ofensiva o soez: eran instrucciones de la doctora que dirigía la toma.

Me sorprende el descaro de la falangeta ante la rectitud de la falange y la falangina, tan acopladas.

Me asusta lo delgado que estoy si me considero en el nivel óseo. La carne me sienta bien.

Con la férula no me puedo poner guantes. A ver qué me invento para no perder los dedos por ahí.

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