lunes, 31 de diciembre de 2012

Dando vueltas (II)




Pasé por delante de minas de oro en Colorado y no me quise ni parar, total para qué, si no necesito ninguna joya más que tu olor de amor a modo de collar y ya lo tengo.

¿Lo tengo?

Igual debí parar al pasar por delante de las minas de oro y preguntar cómo iba eso de la extracción de metales preciosos. Pero no soy previsor en esas cosas.

Las minas las explotan ahora sólo para turistas aburridos, esos que van a las Rocosas y no quieren ni calzarse unas botas de pasear por la nieve. Pero las metáforas se pueden retorcer a gusto del usuario y se les puede sacar significado más allá de lo comprensible. Una mina de oro cerrada por agotamiento de la veta no es algo absoluto. ¿Se puede agotar una veta de mineral precioso completamente? ¿O quedan trazas valiosas por los siglos de los siglos?

Pues igual sí. Los mineros lloran cuando se agota un pozo. O sea que alguna vez debe ocurrir.

Antes no pensaba así. Será la tan temida viejera. Aunque no va mal cambiar de parecer; se cansa uno de mantener siempre los mismos puntos de vista...



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